He recorrido los caminos
Que llevan a tú cuerpo,
He descubierto los destinos
Que me llevan donde estás tú.
Me he adentrado en tú cuerpo,
He recorrido cada centímetro de tú piel,
He bebido de tú sangre
Y me he comido tú corazón de miel.
Me cogí el pelo con tus venas
Me dormí en tus labios
Y me cobri con tus cejas...
Me saciaste la sed con tus lágrimas
El hambre con tú saliva
Me encerraste en tus entrañas
Y no me dejaste salida.
Eres lo que yo buscaba
Eres el alma de mi destino,
La forma de mi sentido,
Mi alma gemela...
Eres mi príncipe azul,
Eres mi diamante en bruto,
Eres el árbol que me da el fruto;
Lo eres todo para mi...
Me perdí en tu piel de arena,
Me he bañado en el oasis de tu cuerpo;
He aliviado tu pena
La que llevabas tú por dentro.
Me adentré en tú corazón
Lo alimenté con toda mi pasión,
Me he fundido en tu cuerpo
Y he echado raíces en tu pecho.
He enredado tu corazón
Con una fina tela que he tejido
Con el más fino algodón;
Te cubrí la piel con la mía,
Te susurré al oído cuanto te quería...
Eres la sangre que me corre por las venas,
El latido de mi corazón
Eres el centro de mi mundo,
El volcán de mi amor
Eres mi mayor razón,
Por el que yo vivo y muero,
Eres mi ángel de la guardia
El que me cuida cuando hace falta
La luz que el sol que irradia
Y el que me calienta cuando el viento me enfría...
El amor sentido y vivido en su pureza, son los que hacen crear estos maravillosos versos.
ResponderEliminarTe felicito por estas amorosas y pasionales letras, que nos embriagan el alma, y nos trasalda al mundo del enamorado.
Un fuerte abrazo, Kiya.
Me ha encantado, es una pena que no le pueda transmitir a una persona esas mismas palabras que has escrito pero en la cercania de nuestros dos cuerpos, pero tengo una gran esperanza y creo que ella tambien. Un beso. . . . . . . . .
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